domingo, 13 de marzo de 2016

Competencia laboral y educación basada en normas de competencia - Antonio Argüelles



Compendio de textos relacionados a las competencias. A destacar el hecho de que es un compendio realizado por Antonio Argüelles y con la aprobación y colaboración de la Secretaria de Educación Pública, el CNCCL y el CONALEP. 

El libro en sí se divide en dos partes, la primera referida a textos del ámbito mexicano que dan cuenta de la experiencia en la aplicación de la educación basada en competencias, así como del contexto y causas por las cuales se implementó. La segunda parte de la obra son textos que relatan la experiencia internacional en la aplicación del mentado enfoque educativo, así como de un par de capítulos que ponen en consideración los ámbitos pedagógicos y filosóficos del mismo. 

Una obra que varios consideran fundamental para entender al modelo educativo que está actualmente operando en México y su historio. Extrañamente, pese a ser bibliografía fundamental para entender el mentado podelo, es un texto muy difícil de conseguir, por mi parte les dejaré un enlace de descarga más adelante.

Entre los autores y capítulos que conforman el libro podemos encontrar:

Presentación - Miguel Limón Rojas.

Prólogo . Antonio Argüelles

El sistema normalizado de competencia laboral - Agustín E. Ibarra Almada

El punto de vista obrero - Francisco Hernández Juárez

El punto de vista empresarial - Carlos Abascal Carranza

La nueva modalidad educativa: educación basada en normas de competencia - Antonio Morfín

La experiencia de CONALEP en la educación basada en normas de competencia - Fausto Beltrán Ugarte

El punto de vista pedagógico - María del Carmén Malpica Jiménez

La capacitación basada en competencias en el Reino Unido - Som Saluja

El desarrollo del sistema de calificación profesional nacional en el reino unido - David Handley

Lecciones y experiencias del desarrollo de la educación y la capacitación basada en competencias en el reino unido. - Mike Hanson

La capacitación basada en competencias, tres comentarios sobre Canadá - D. G. Crawford, D. Glendenning, W. Wilson

El sistema de formación profesional y técnica por competencias desarrollado en Quebec - Nicole Kobinger

Instrumentación de la educación basada en competencias. Perspectivas de la teoría y la práctica en Australia - Andrew Gonczi y James Athanasou

Bases filosóficas del concepto integrado de competencias (Australia) -  Paul Hager y David Becket





En este enlace podrán descargar el pdf del libro. Intentaré más adelante también subirlo a mediafire, por lo pronto lo subo a esa página donde deben crear una cuenta para poder descargar.

domingo, 30 de marzo de 2014

Salamandra.

El odio, cuanto más odio más yo. Se borra y esconde en mí, como una salamandra asustada. Soy yo, al fin de cuentas, la configuración de estas cosas.

Texturas simples. Una grieta.

Vuelvo hacia ellos otra vez, y ahí están. Oponiéndo su esencia. La lucha de nuestras esencias jamás se detiene. El efecto: odio.

Es del bueno, aunque se nieguen a creer su existencia.

Un efecto y nada más. Hasta este punto es mejor que ser indiferente por completo. Llegados a aquella instancia, no hay vuelta atrás, me habré soltado; temo no haya retorno. El odio me deja saber que aún creo que se puede arreglar, tan sólo es la expresión de mis fracasos.

Y aquí estoy, vaciándome enteramente en las conversaciones desgastantes. Es ridículo cómo nos obligamos a soportar tanto. Nos obligamos a soportar demasiadas cosas. Aun cuando no lo quieras, debes hacerlo, es la única forma de vivir en las construcciones sociales que hemos erigido, y que, para suerte o desgracia, se extiende a todo lo que nos rodea.

El problema no es realmente sobre destruir los modos que permiten la vida armónica, sino sobre el hecho, esencial, de tener que vérnoslas con tantas cosas que se nos oponen. Somos una sustancia extraviada, diferente a todas las demás que se desparraman a nuestro alrededor, fuera de nosotros.

Así estamos, podemos sentirlo, estamos desprendidos... ¿Desprendidos de qué? Aun eso permanece oculto, o ese es el pensamiento consolador que tengo para mí mismo, puede que no haya más nada.

Y con todo esto, sabiendo desde antes mi derrota, vuelvo a ir, a encarar este mundo.
Y me dejo desparramar en estas cosas.

El odio, tan bueno por su lucha.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La maravilla humana.

La marioneta comunicativa de mis gobernantes dijo:
"Hemos conseguido engrandecer a la humanidad: Elevamos la inteligencia con nuestras técnicas de sistematización del pensamiento; conseguimos crear humanos de bien, aniquilando la posibilidad de sus impulsos"


Mi amigo me dijo:
-¿Has visto como han logrado consagrar la perfección? Han subido a nuestra raza hasta donde los dioses desayunan.
Me reí de aquello que escuchaba y respondí:
-Tú vales más si el mercado te vende a mayor precio. El precio está impuesto por ellos y en este caso se traduce en dejar amordazar tu pensamiento individual.
Yo nunca conocí un ave guiada por un reglamento que le dijera cómo crecer.
Ellas vuelan alto, ellas se mantienen al margen de la guerra, porque fueron enseñadas por la causalidad de una naturaleza que gusta de jugar con todos.
-Entonces pareces no ser más que un egoísta -Contestó él.
-Sabes, alguna vez existió un hombre que vino para enseñarnos a mantenernos en el camino del bien. Un tiempo después, se vió en los alrededores florecer almas que podían comparecer ante los ángeles por ser los unos semejantes los otros.
También existió un Hombre golpeado por una desventurada manzana. El golpe sobre su cabeza le hizo decir: "Todas las cosas suceden por algo. Inclusive una acción común como una caída, tiene que suceder producto de algo más, aún si ese algo se haya fuera de nuestra visión". Y entonces su imaginación pudo dibujar los mapas que nos guiarían fuera del planeta.
Así tambíen, en algún momento de otro año; existió un señor que se atrevió a preguntar y desnudar la forma de actuar de la naturaleza, y de la progresión de los fenómenos como parte de ella. Un sujeto con alguna clase de pensamiento, tan espontáneo y la vez tan trascendental.



Mi amigo exclamó:
-Eres un escéptico, no puedes admitir que ellos hicieron al humano grande.
Contesté diciendo:
-Tú, por otra parte, crees que esto que dicen los gobernates es la verdad. Que sus medidas harán del humano una maravilla.
Apagué la televisión y concluí:
-Déjame decirte, mi amigo: Los grandes hombres de la historia y los grandes corazones de la vida, son quienes ya lo han hecho.

domingo, 16 de mayo de 2010

Bienvenido al cuarto.

¡Hola! ¡Bienvenido a mi cuarto!
No busco mostrarte algo nuevo, escribo como cualquier persona, sobre las cosas más vulgares. Y es que cualquier cosa que cree no será sino el reflejo de lo que visto, de lo que he vivido.
Lo verdaderamente exitante está allá afuera. Si pudieramos ver los tan excéntricos actos que una persona "normal" realiza, si pudieramos ver dentro de su mente y no hablemos ya de su corazón; nos daríamos cuenta de que "lo extraño" reside en cada uno de nosotros.
Yo simplemente hablo de lo que existe y hago mi mejor esfuerzo por hablar de lo que no, pero ni siquiera yo estoy seguro de existir.
Y al igual que otras muchas personas tengo esas ganas de ser libre, libre de la realidad. Libre también del mundo físico. Libre de mis deseos y ataduras emocionales. Deseo poder soltarme de mis tabúes y permitirme ser feliz por mi propia cuenta respetando la vida ajena. Aunque he de admitir que a veces le tengo miedo a eso, a la libertad...
Espero que el mundo no me desgarre en pedazos ni yo a él. Quiero ser abrazado por la sabiduría y que me regale el manto de la felicidad, vivir en paz con los de mi especie y considerar a los de otras como si fueran de la mía. Después de todo, de eso se trata la búsqueda eterna.
Mi cuarto es pequeño y sencillo, no tiene las respuestas de la vida o una filosofía que conmocione al planeta pero es un cuarto que tiene su propio espacio y un lugar, un lugar en medio de la nada, pero un lugar a final de cuentas.
Tal vez nadie nunca lea esto o le tome importancia. Aunque si alguien por error lo encuentra y se ha tomado el tiempo de leer éstas, mis retorcidas palabras, le quiero agradecer por regalarme un momento en su mente.Eso es suficiente para mí.
Ahora, exhala y quítate tu casco, no hay ninguna guerra en mi cuarto...